Durante años, Maricela Santos Hernández ha sido una poderosa defensora de las familias inmigrantes en toda el Área de la Bahía. En el Condado de San Mateo, donde ha vivido por 23 años, Maricela ha liderado un movimiento para responsabilizar a los funcionarios locales ante sus electores, incluyendo la organización de foros de la Ley de la Verdad donde compartió la historia de como ICE y el sistema de prisión de California han destrozado a su familia. Como resultado de su abogacía y la de muchos otros, el alguacil del Condado de San Mateo se comprometió a terminar la práctica de las transferencias de ICE. Con United We Dream, también instó al Presidente Biden a reunir a familias como la suya y abogó por proyectos de leyes estatales para poner fin a esta práctica cruel.
Maricela explica, “Quiero que mi comunidad pierda el temor que los mantiene en la oscuridad. Quiero que alcen la voz y sepan que cada dólar que pagan en impuestos les da derecho a tener una voz”.
En 1998, Maricela emigró a los Estados Unidos para construir un mejor futuro para sus dos hijos. Durante dos años, trabajó y ahorró dinero hasta que sus hijos también pudieron venir. Maricela comparte que su hijo mayor Ángel “fue mi apoyo, una figura paterna para mi hijo menor. Soy una madre soltera y él tuvo la responsabilidad de cuidar a su hermano.”
Maricela y sus hijos buscaron terapia de trauma para ayudarlos a sanar de lo que habían vivido en México y como nuevos inmigrantes a los EE.UU. Ella compartió, “esas heridas son difíciles de curar e incluso cuando lo haces, las cicatrices permanecen.”
Maricela Santos Hernández ha sido una defensora de la justicia para inmigrantes en el Condado de San Mateo por años, donde ha vivido por 23 años.
Pero el trauma persistio y Ángel luchó con una adicción a las drogas. “Como madre fue muy difícil, cada vez que escuchaba una ambulancia o una sirena, me subía al carro y manejaba por Redwood City buscándolo, para ver si podía encontrarlo en el calle.”
Un día policías armados vinieron a su casa, tiraron los muebles y vaciaron los cajones, mientras los hijos de Angel miraban. Recuerda a los agentes apuntando con sus armas a los niños y riéndose cuando le dijeron que Angel ya había sido detenido y estaban buscando pruebas.
Angel pasó sus primeros dos meses encarcelado en la enfermería tomando medicamentos para superar su abstinencia a las drogas. “Lo que más me molesta es la forma en que nos etiquetan,” dice Maricela. “Hubo muchas cosas que ni siquiera tomaron en consideración. El número uno fue su salud mental, el número dos fue todo el trabajo comunitario que había hecho en el pasado, como limpiar playas, leer libros a los niños en las escuelas para promover la lectura… Ningún abogado o investigador vino a preguntarme sobre Ángel, sobre su vida.”
Después de cumplir su condena, el sistema de prisión de California trasladó a Ángel a la detención de ICE. El sistema de prisión estatal y ICE decidieron castigar dos veces a Ángel, a pesar de que era beneficiario de DACA. Durante tres años, Angel estuvo detenido por ICE, hasta que fue deportado abruptamente a México en Marzo del 2021.
“[La foto de Angel y sus dos hijos] fue tomada en San Quentin. Le pregunté si sería apropiado traer a los niños y estaba muy feliz. El dijo, ‘Mamá, traelos y podemos tomarnos una foto!’”
“Él cumplió su condena. ¿Por qué no le dieron una segunda oportunidad para regresar a la comunidad? Es solo porque no nació aquí. Esa es la única razón por la que lo deportaron.”
Desde entonces, Maricela se ha estado organizando por una legislación que pondria un fin a la vía de prisión a la deportación en California y mantendria unidas a miles de familias como la suya.
“Hay muchas personas a las que me gustaría evitar el dolor por el que pasé. Ni los senadores, ni el gobernador, ni el presidente entiende lo que una familia pasa. Ellos no conocen lo que nosotros como inmigrantes vivimos para poner comida en nuestra mesa."
"Quiero que los legisladores entiendan que nadie necesita ser castigado dos veces y que cuando un individuo es castigado, están castigando al resto de la familia.”
"Lo que me mantiene luchando es la esperanza de que los funcionarios de leyes cambien sin que la historia de Ángel tenga que repetirse para que ellos tomen acción y cambien lo que se necesita cambiar."
“La familia es todo para mi. Mis nietos y mis hijos son mi mundo. Ellos son los que me motivan a seguir adelante, pensando en el día en que me pueda sentar a la mesa en casa, comer lo que tengamos, aunque sea solo arroz y frijoles, pero teniendo a mis hijos conmigo. Esa es mi mayor esperanza.”
En 2022, temiendo por su seguridad y desesperado por reunirse con sus seres queridos, Angel tomó la decisión de cruzar la frontera de México-EE.UU. de nuevo. Como resultado, fue detenido en el Centro de Detención de Otay en San Diego. Bajo las Leyes de los EE.UU. las personas que reingresan a los EE. UU están sujetos a sanciones civiles y penales. Hoy, en casos en todo el país, personas de todo el país están desafiando estas leyes, conocidas como Secciones 1325 y 1326, como inconstitucionales.
Con el apoyo de organizaciones comunitarias, Maricela está abogando por la libertad de su hijo y su regreso a casa como padre, hijo y miembro de la comunidad con lazos profundos en todo San Mateo.
“Las personas en los centros de detención, las prisiones estatales o las prisiones federales han sido silenciadas y etiquetadas. Pero nosotros estamos afuera, somos el eco de sus voces. Lo que me mantiene luchando es la esperanza de que los funcionarios de leyes [actúen] sin que la historia de Angel tenga que repetirse…. Y cambien lo que se necesita cambiar.”
ACCIÓN: Maricela y Silicon Valley De-Bug están recaudando fondos para continuar su lucha legal y reunir a Angel y su familia. Si pueden, por favor apoyen con una donación o compartiendo su recaudación de fondos.
Foto por Justin Katigbak | Survival Media Agency
“A Ángel siempre le gustó dibujar. Me envio [el dibujo de los dos niños besándose]. Me dijo: ‘Mamá, me gustaría poder darte algo más, pero estoy encerrado.’”